Estudiar con música: ventajas y desventajas

La música es quizás, uno de los inventos más maravillosos de la humanidad. Estudios recientes demostraron que posee grandes beneficios para el cerebro, entre ellos, que retrasa el envejecimiento natural de las neuronas. Muchos especialistas ven a la música como una herramienta que ayudaría a mejorar la concentración y la productividad en ámbitos laborales y académicos.
La música puede ser muy útil cuando se utiliza en tareas repetitivas. De esta manera, un trabajo monótono se convierte en algo más agradable. Sin embargo, en los trabajos que requieran de mayor creatividad o sean un poco más complejos, puede ser contraproducente. ¿Por qué? Estudios psicológicos sostienen que existen dos funciones que realiza el cerebro que pueden verse afectadas si se realizan tareas que requieran de concentración con música de fondo.
Los efectos de la música
Una de ellas es el famoso “multitasking”, es decir, la capacidad que tenemos de realizar diversas cosas al mismo tiempo. El multitasking permite que podamos procesar diversas operaciones en tiempo real. La otra función es el foco atencional, es decir, dónde está poniendo todos los recursos el cerebro. El problema con el foco atencional es que muchas veces se desvía de su objetivo, generando la pérdida de atención. Y la música es uno de los factores que pueden provocar este fenómeno.
Los beneficios de escuchar tus canciones favoritas durante las sesiones de estudio dependerá de la complejidad de los temas y de la calidad del foco atencional que cada uno pueda brindarle a la tarea que está realizando en ese momento. A pesar de todo, sí está comprobado que es una excelente fuente de relajación. Si sos de los que sufren estrés, escuchar algo de música relajante antes de rendir puede ayudarte.
Como decimos siempre, cada persona posee procesos y métodos de estudio diferente. Sólo es cuestión de encontrar el que mejor potencie nuestras habilidades.